Se jugaron dos partidos. Y se ganaron los dos. El primero empezó el Miércoles con los mails. Y terminó cuando conseguimos contar con 13 jugadores empezado el partido. Nada fácil se le hizo a Pritty, en esta segunda fecha, armar el equipo. Bajas importantísimas que hubo que ir reemplazando y, para los del centro (o para mi, más que nada), infinitos obstáculos para llegar hasta Pilar (bondi y subte incluídos). Pero con un buen partido de Fede Cinto (puso auto y banco a Fede Cordero para salir tarde en dos ruedas) y con Tomy Taussig como figura (aportó un arquero, algo imposible en estos tiempos y a uno de los mejores jugadores del segundo partido, su hermano, Pitoto). Una mala jornada donde se dieron muchas bajas a la vez. Esperemos recuperar el plantel para la próxima fecha.
Pero dejémonos de boludeces y hablemos de fútbol. Arrancamos con 10 jugadores y fuimos bombardeados a córners. Pasó el temblor, se completó el equipo y empezó el juego. Costaba llegar con profundidad, pero el control de la pelota y del partido era nuestro. Taussig por izquierda, sin ángulo, alcanzó a sacarle lustre al palo derecho y Cinto Manuel sorprendió a todos con un remate potente y cruzado desde lejos que el palo izquierdo pudo rechazar con lo justo. Anticipo de lo que venía. Porque Cordero en el medio se envalentonó, Pizarro devolvió con altura, el juez de línea flogger seguía empastillado de anoche, centro tomá y hacelo. Quien? El 9. Bien ubicado para meterlo "con pelota y todo" al arquero rival. Y justicia en el marcador para irnos con la mínima diferencia al descanso.
Se sabía que en el segundo tiempo iba a haber espacios. Pero, como para no extrañar a Pego, nuestros volantes y delanteros le rindieron homenaje despreciando situaciones clarísimas de gol. Digamos que el rival ya había adoptado una postura del "todo o nada". Y con el resultado tan apretado había que liquidarlo. Volvió Pizarro a la cancha con la tiza en el bolsillo, ejecutó un inteligente tiro libre y el 9 dio un curso avanzado de como cabecear, coronandolo con lo que el mismo llamo un "Que golazo!". Respiramos todos y solo quedó tiempo para que el flogger se siguiera delatando empastillado y para que Cordero nos regalara una nueva embestida a lo central brasileño y terminara definiendo con clase para golear 3-0, abrazar unos nuevos 3 puntos y poder dormir la siesta del Sábado tranquilos.
Pero dejémonos de boludeces y hablemos de fútbol. Arrancamos con 10 jugadores y fuimos bombardeados a córners. Pasó el temblor, se completó el equipo y empezó el juego. Costaba llegar con profundidad, pero el control de la pelota y del partido era nuestro. Taussig por izquierda, sin ángulo, alcanzó a sacarle lustre al palo derecho y Cinto Manuel sorprendió a todos con un remate potente y cruzado desde lejos que el palo izquierdo pudo rechazar con lo justo. Anticipo de lo que venía. Porque Cordero en el medio se envalentonó, Pizarro devolvió con altura, el juez de línea flogger seguía empastillado de anoche, centro tomá y hacelo. Quien? El 9. Bien ubicado para meterlo "con pelota y todo" al arquero rival. Y justicia en el marcador para irnos con la mínima diferencia al descanso.
Se sabía que en el segundo tiempo iba a haber espacios. Pero, como para no extrañar a Pego, nuestros volantes y delanteros le rindieron homenaje despreciando situaciones clarísimas de gol. Digamos que el rival ya había adoptado una postura del "todo o nada". Y con el resultado tan apretado había que liquidarlo. Volvió Pizarro a la cancha con la tiza en el bolsillo, ejecutó un inteligente tiro libre y el 9 dio un curso avanzado de como cabecear, coronandolo con lo que el mismo llamo un "Que golazo!". Respiramos todos y solo quedó tiempo para que el flogger se siguiera delatando empastillado y para que Cordero nos regalara una nueva embestida a lo central brasileño y terminara definiendo con clase para golear 3-0, abrazar unos nuevos 3 puntos y poder dormir la siesta del Sábado tranquilos.
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