Para recordar aquel título en el Jockey tras el 2-1 agónico contra El Marajá de San Telmo, este otro mail. También aparece el infiltrado de los mails llamado "el crítico", que ahora también nos acusa de plagio por el Blog. Da la cara, gil.
Prittys:
Mis bravos guerreros, buena gente, amigos míos, hijo dilecto, amigos de mi hijo, sufridos compañeros del tablón, compatriotas:
Prittys:
Mis bravos guerreros, buena gente, amigos míos, hijo dilecto, amigos de mi hijo, sufridos compañeros del tablón, compatriotas:
Ante todo, FELICITACIONES !!!!
Así, con mayúsculas, porque se lo han ganado.
Cuando las cosas se hacen bien (primera reflexión seria) , el resultado siempre es bueno; y no me refiero al partido, ni al campeonato -como tal- sino al resultado en otro plano más importante, que va más allá del 2-1 y el "dale campeón", cantado y refregado en la jeta misma del cri tico, que eligió la profesión más lamentable que existe: la de criticar lo que hacen los demás.
Ese mediocre Lanata del fútbol merece mi más profundo reproche; oculto en las sombras del anonimato, oteando el partido desde atrás del cerco para vomitar, después, sus comentarios impertinentes y ácidos, ése impotente del deporte y alcahuete del periodismo amarillo, ha de merecer, de acá en más, la respuesta de nuestro desprecio y de nuestro definitivo silencio.
No sabe patear una pelota, ni atajarla (de ahí su "entendimiento" con Nano...je je), no sabe dar la cara, no sabe decir las cosas (buenas o malas) mirando a los ojos; verdadera rata humana, no le hagamos el favor de tomarlo en cuenta.
Allá él, con sus delirios de periodista frutrado, nunca podrá saborear lo que se siente al tirar un caño, o despejar una pelota peligrosa de chilena, o manotear un tiro libre al corner.
Dejando de lado al cri tico, felicitaciones de verdad, por la forma en la que ganaron el campeonato; por la entrega de todos, partido a partido, por el buen humor (fundamental), por la unidad de un grupo de amigos que viene bastante de atrás, pero que ha crecido y se ha consolidado a lo largo de todo este año.
Ya les hice, la otra vez, una serie de reflexiones acerca de la amistad, y no quiero abrumarlos con reflexiones semisacerdotales acerca de la amistad.
Es hora de festejo, y no de profundidades.
De cantos y de abrazos varoniles en el vestuario, y no de meditaciones.
De birra (mesurada, en lo posible) y no de frases académicas.
Les cuento, como cierre, que me divertí un montón viéndolos jugar.
Se equivoca el que piensa que soy un "buen padre" de Santiago, por el hecho de haber seguido la campaña del equipo con fidelidad de perro.
Tal vez lo sea por otros motivos (yo trato...), pero no por éste.
La verdad es que ni por puta me perdía un partido de los prittys, y que una vez que hayan jugado el último, me va a faltar "algo" los sábados.
A ustedes también.
Valoro la actitud de todos, el ver cómo se fueron acomodando a la idea de equipo, incluso resignando gustos o posiciones personales.
Daba gusto verlo a Rómulo sacando todo desde el fondo, calladito como si fuera un muchacho tímido e inseguro, cuando los que lo conocemos sabemos que está a 200 pulsaciones por minuto, con una calentura de aquéllas. O verlo a Ronchi (otro caliente "moderado", gran primer tiempo el otro día, ), o el Colo, dejando el aburguesamiento de lado, y corriendo 30 metros para tirarse a los pies cuando faltaban diez minutos...
Daba "gusto", insisto, ver al sufriente Nico, "jugando" el partido desde afuera y bancado, en su frustración por el resto del equipo; o el Negro pelado ese, muy despierto para aprovechar una desinteligencia de la defensa de ellos, clavar el primer gol que lo sepultó en una montaña de camisetas amarillas (para la ocasión).
Y todo el resto, los de adentro y los de afuera, los buenos y los no-tan-buenos, los que jugaban un tiempo o jugaban todo el partido, los que se bancaban provocaciones de los contrarios, o errores (pocos) del árbitro sin chistar; los que confiaron en Nano, después de aquel partido espantoso, y le dieron la oportunidad de demostrar que es un buen arquero (atajaste muy bien en la final, lástima la vestimenta, ese traje de baño con dibujos búlgaros no lo quiero ver más, Nano), o que confiaron en la calma interior de Tone, o en la posibilidad de que Joaco llegara a cabecear una pelota (ocurrió pocas veces...)
Acostumbrado a ver a Boca, (un equipo desalmado, desganado, con un Tévez que se preocupa por salir en la tapa de Caras, y se va de viaje cuando el campeonato entra en su parte decisiva , Schaivi y Cassini que se hacen amonestar tontamente, el Mellizo, Donnet, Vargas, y otros que se lesionan en los entrenamientos, Palermo y los viejos que le hacen planteos al atribulado Brindisi) , la verdad es que los Prittis fueron, durante todo el año, la contrafigura.
Por esa actitud y ese buen humor, ganando o perdiendo, van mis felicitaciones.
El campeonato, al fin y al cabo, es una anécdota.
Lo otro, queda. Y queda de verdad.
Un abrazo.
El chofer.
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