UNA DE QUESO Y SALAMIS, POR FAVOR

"Y parece que mañana va a haber una charla previa al partido entre todo el plantel. Dicen que constará en un humilde compromiso entre los jugadores a autoregalarse un triunfo de los históricos"

Y vaya que fue histórico!

Vení. Sentate acá que te voy a contar un poquito porque no puedo desdibujar esta sonrisa que me ves. Vení, te sirvo otro vaso de birra, mientras vamos picando de esta bandeja, de quesos y Salamis (Temora FC).

Me voy a saltear la previa a este partido porque me trae malos recuerdos. Me costó tardes enteras donde me carcomían la ansiedad, la desesperación y esas locas ganas de saltar a la cancha (además de un buen pijazo en el parcial de finanzas).

Lo único rescatable de la semana previa al match vs Salamis, fue que en una de esas horas de clase de la facultad pude dar con un nuevo sistema táctico para proponer. Quizas porque no hubo tiempo como para hablarlo entre todos, terminó quedando ese sistema. Una línea de 4 (con Donnelly de central y Varela de lateral derecho en el comienzo), dos volantes de contención que se repartan la marca y la distribución en el medio (Mazzinghi y Pizarro arrancaron), más adelantada una línea de tres volantes/delanteros, dos bien abiertos (Taussig y Ferrecio empezaron) y uno por el medio (Cordero) y un delantero que se ocupara de hacer los goles. Y la consigna clara: hacer el primer gol dentro de los 10 minutos iniciales.

Quiero felicitar a todo el equipo. Porque este plan salió a la perfección. Tuvimos de los mejores arranques que yo recuerde. La pelota era nuestra, llegábamos al arco con mucha facilidad creando infinitas situaciones de gol y, lo más importantes, nos pusimos 2-0 desde el vestuario. No podía ser mejor. Uno de Taussig (mérito por pisar tantas veces el área) y uno de Cordero (por fin).

Llegando a la mitad del primer tiempo vinieron 3 cambios, respetando el sistema, y 3 goles de ellos (que también aprovecharon para cambiar). Justamente el Uruguayo delantero recién ingresado se lo comió a Moytor y por ese costado vinieron 2 de los goles de ellos. El otro fue culpa del sol que le jugó una mala pasada a Donnelly, pelota que se le escurre, y otro más. En, creo no exagerar, 10 minutos, 3 goles, 2-3 abajo y se nos derrumbó todo. Era tanta la desazón, que le pedíamos al referi que terminara ese primer tiempo, porque de seguir, nos iban a seguir embocando. En básquet (ddddd) existe el recurso de pedir "minuto" (lo pide el técnico) para parar el partido, en dos minutos dar una charla y seguir jugando desde otro lugar. Quizás se necesitaba eso. No nos podíamos despertar. Pero por suerte terminó ese primer tiempo tan contradictorio, que de una gran fiesta pasó a ser un preboliche sin minas ni alcohol (?).

En el entretiempo hubo recriminaciones que se intentaron dejar de lado. No era cuestión de criticar. Era cuestión de ver como íbamos a encarar el segundo tiempo. Y fue un volver a empezar. Como en el arranque.

Y fueron creciendo varias figuritas y el equipo levanto y fue claramente, desde el principio a buscar el partido. Se juraron darlo vuelta. Y a eso iban. El arquero de ellos, de esos que no das dos mangos por la pinta, empezó a sacarnos varias pelotas y el empate que se hacía rogar. Hasta que una buena remontada de Varela permitió que Pizarro habilitara a Cinto y en la corrida hacia la pelota lo engancharon. PENAL. Clarísimo penal. Pizarro agarró la pelota y la acomodó. Se ve que antes de patear miró al costado y la vio a Clari Golletti, después de una larga ausencia. Porque le salió una masita abajo que el arquero contuvo con el pie (si, con el pie!). Y en el fútbol un penal errado es gran motivación para el rival y una enorme frustración para el equipo que lo erró.

Parece ser que Sofi Mayer, metida hasta las manijas, le pidió a Clari si no quería ir a comprar algo al bar (cigarrillos, porque la estaba matando la ansiedad). Y cuando todos esperaban que Pritty cayera en un pozo profundo y se le terminara yendo el partido, cual animal herido, sacó de donde no había y ahí fue, "al todo o nada". Con esa fuerza se peleó un córner. Tonnelier luchaba metiendo pierna, (panza) y cuerpo entre el quilombo de gente. Cuando en un semi-despeje del rival le quedó a Pegoraro (se acuerdan de Pegoraro?) que con un fusil la puso allá arriba (ves? ahí) y salió gritándolo como loco. Era el empate. Cuanto queda juez? 10? Vamos Pritty ahora que se da vuelta, carajo! Salamis se dedicó a defender, se metió bien atrás. Y Pritty lo fue a buscar sin filtro. Jugábamos muy cerca del área de ellos. Y ahí nos vinieron a cometer una falta. Cuando Mazzinghi se acomodaba para hacerse cargo, un desubicado Ferrecio sin pedir permiso la punteó al medio del área. Que haces Mati? Pero cuando levanto la cabeza veo el número 3 de la camiseta amarilla perfilándose. Le sale el arquero, la tira a un costado, me fijo si el Señor de naranja había cobrado algo pero confirmo que estaba más emocionado que yo con la jugada, y casi cayéndose la empuja al fondo de la red. Miguens Señores. El gran Miguens.

4-3 y a sacar todo lo que venga. Quedarían unos 5 minutos. Salamis no asustó mucho. Tuvo un par de pelotas paradas nomás. Pero entre el Tati y los defensores supieron despejar cualquier peligro. Incluso casi ponemos el quinto nosotros. A dos minutos del final un jugador rival se sacó el hombro e hizo retrasar el pitazo final. Ahí pude ver que en el fondo, era más que merecido. Que ellos tuvieron ese final del primer tiempo y nada más. Y de paso me enteré que en la cancha de al lado perdía Diablos (contra Bruno Diaz que ya se comió a Salamis y ahora a Diablos). Ante tanta buena noticia temía lo peor para cuando se reanudara. Pero pasaron rápido y llegó el ansiado pitazo final.

"...autoregalarse un triunfo de los históricos..." se había dicho en un mail de la previa. Eso fue lo que hicimos. Disfrutalo. Pero te doy hasta el Martes. El Miércoles ya ponemos la cabeza en el próximo match, vs Santa Rosa. Quedan 5 partidos ante rivales casi desconocidos. A no mirar tanto la tabla y a ir jugando partido a partido, sabiendo que ningún rival es fácil y que tenemos que ganar todo lo que queda.

Ahhhhh, que buena estaba la picada, no?