Después de unas largas vacaciones sin fútbol (lluvia, frío, mundial, luchetti a boca, lide, intercolor, fiesta de la familia, Obama presidente, cualquier excusa vale más que el fútbol para Los Molinos) y de varios amistosos y fútbol's 5 frustrados (confieso que una tarde de Domingo me fui a la plaza Vicente López a llorar con una pelota bajo el brazo), era una incógnita con que estado físico y futbolístico íbamos a contar de cara a un partido importantísimo. Es que quedando tres fechas y mirándolo todo desde abajo, estábamos (estamos) obligados a ganar para no perder pisada y, si se puede, acercarnos un poco más.
Por eso hubo buena convocatoria y puntualidad: Cordero se tomó el calmante anti-mareos y se subió al auto, Pegoraro hizo noche seca y se fue a dormir sobrio (mentira), Pizarro le regaló la noche del Viernes a su mujer con tal de que la venga a ver (necesita motivación), Ferrecio y Varela dejaron de hacerse los importantes y se prendieron y Bosca le pidió a sus mujeres que no vinieran, que se quería concentrar. Hasta que hubo que poner autos ajenos para el traslado (gracias Elo y fotógrafa) en una mañana llena de obstáculos. Pero se pudo. Se llegó a tiempo. Y por fin íbamos a poder volver a jugar al fútbol.
El mensaje previo y el dibujo táctico fue el mismo que usamos con Salamines. A salir a buscar el gol en los primeros 5' con 4 en el fondo - la vuelta de Tonnelier y Mazzinghi como centrales y Moy y Miguens por las bandas -, Pizarro y Donnelly repartiéndose el medio, Taussig y Ferrecio abriendo la cancha en ataque, Mazzinghi ordenando por el medio algo más adelantado y Pegoraro por todo el frente de ataque. 4-2-3-1. La preocupación es de Bulo Diaz. Nosotros vamos a dominar el partido a nuestro gusto.
Resultado? Perfecto. Arranque avasallador con 3 goles (Pizarro de penal, Ferrecio con clase y Pegoraro de rebote) y mil llegadas más (mano a mano de Pegoraro, dos goles anulados y Mazzinghi abajo del arco). Bruno Diaz estaba perdido en la cancha y solo el cansancio físico frenó a Pritty y permitió que la diferencia no fuese mayor. Esta vez los suplentes (Bosca y Varela) entraron bien y sin distracciones pudimos irnos al descanso con el arco en 0 y casi sin sobresaltos. Dominio total de Pritty en todas las líneas. Soñado primer tiempo.
En el segundo tiempo se fue tirando a la basura todo lo que se había conseguido en el primero. Nos relajamos. Y nos dejamos estar. Todo esto hizo crecer a un rival que andaba tirado por el piso. El primero llegó después de un jugadón de (Messi), digo Melis que dejó a 4 tipos en el camino y definió ante la salida del arquero. Después hubo blooper de los defensores, el sol de frente la bajó de pecho y su delantero peticito la empujó pegada al palo. 3-2 y si seguimos así nos empatan. Un par de cambios para intentar cambiar el juego. Bruno que se nos venía al humo. Y en ese venir, dejaban espacios atrás. Con Ferrecio y Pegoraro encendidos, nunca te tenés que descuidar. Porque recibió Ferrecio por derecha y armó una pared hermosa con Pegoraro para tocarla de zurda cruzando un remate que se acostó al lado del palo. 4-2 y aire para Pritty. Quedaban 15' aproximadamente. Parecía que era triunfo cómodo, sin sufrir. Pero Roberts (que eligió muy mal el lado en el sorteo) demostró que no es perfecto y se autohizo un gol. Para colmo, varios de Pritty seguían con el chip del principio del partido y no cuidaban la pelota. Con lo cual Bulo se ilusionaba con el empate. Crecieron Mazzinghi y Donnelly desde el fondo, Pizarro y el otro Mazzinghi empezaron aguantar más la bocha y, por suerte, tuvo final feliz.
Un partido que elegimos sufrirlo. Porque ganándolo 3-0 nos confiamos y casi nos castigan (de todos modos, hubiese sido injusto). Se rescata, como con Salamines, ese arranque. Vértigo y concentración para sorprender desde el principio. Que sea marca registrada. La autocrítica pasa por no saber defenderse con la pelota. Cuando vamos ganando hay que seguir dominando la pelota y hacerlo lejos de nuestro arco. Sin desesperarse en buscar el gol. Cuidándola. Y teniéndola nosotros. A aprenderlo de una buena vez. Porque, también como Salamines, casi se nos escapa un triunfo por culpa de Pritty.
Corremos la página y nos enteramos que Las Diablitas - el equipo más llorón después de Dale Grasa - perdió con Cero-a-la-dos. Quedamos a 2 puntos de Salamines y Diablitas, que se cruzan la próxima fecha. No se que va a pasar entre ellos. Quizás con tanto Mundial me cansé de pronosticar y jugar a las probabilidades. Lo único que se y realmente me importa es que el Sábado tenemos que ganar como sea contra Deportivo Chizito. Y es en lo único que pienso. Tapemos el sueño y la ilusión y pongamos los pies sobre la tierra. Y abróchense los cinturones que se viene un final electrizante y no se nos tienen que caer los pantalones (como ya nos ha pasado).
Final de puntos suspensivos...
2 comentarios:
Che, te iluminaste con los apodos de los equipos eh??? Muy bueno!
Cuack...
jajaj, buena redaccion
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