Se metió mucho... se jugó poco

En lo que fue el segundo exámen de Pritty previo al inicio del torneo, pudimos ver un partido de alto voltaje contra los pibes del Salvador. Fue un partido distinto, especial. La formación extraña con un mix de gente y el hecho de jugar entre semana y de noche fueron condimentos que le dieron un contexto bárbaro al partido, y se jugó por ambos lados como si fuese una final (poco tuvo de amistoso). Quedó comprobado que hay hambre y ganas de ganar. Falta saber usarlas bien y canalizarlas al triunfo, que hasta ahora no se nos viene dando.

Se empezó mal, pésimo. Y desde el vestuario nomás arrancamos perdiendo 1-0. Una clásica distracción por no estar concentrados. Algo que en un amistoso se perdona, pero no puede pasar cuando se juega por los tres puntos. Los partidos se juegan desde el minuto -5 hasta el minuto 95 100% concentrados.

Luego, a lo largo del primer tiempo, se fue de menor a mayor. De menor porque el medio no estaba en el medio, porque arriba no llegaba limpia y porque atrás tenían problemas para despejar y salir por abajo. No había juego y era más lo que se metía que lo que se jugaba. Siendo la cancha muy ancha, los de las puntas quedaban fuera del circuito de juego y no hacían nada para entrar a participar en el medio. Y arriba dependíamos de alguna fantasía de Paviolo. Había avisado con un gol que nadie entendió porque se anuló (golazo por cierto). Y finalmente llegó: tiro libre de Ussher, pelota al área, la para de espaldas al arco Paviolo, gira bien y cuando le sale el defensor la estira hacia la derecha siendo cruzado fuertemente por el mismo. Claro penal que el árbitro supo ver y sancionar correctamente. Ante la falta de Acosta (lesionado) y Pegoraro (trabajando), Pizarro nuevamente se hizo cargo (ya sin dudas) y puso las cosas como al principio.
Ya con el empate, se pudo jugar mejor. El doble cinco del medio siguió metiendo (lo hizo los 90 minutos) pero ahora también empezaba a distribuir mejor. Y por izquierda, con un Cordero iluminado y un Paviolo fantástico, Pritty generaba peligro y manejaba el partido. De todas maneras, no se movió el resultado y nos fuimos al descanso con un agitado empate en 1.

Uno siempre espera que tras un intenso primer tiempo, se baje la tensión en el segundo. Bueno, no fue el caso. Se jugó con más ganas y entrega que la mucha que se había visto en la primer etapa. Y fue muy parejo el nivel. Casi todo se jugaba en el medio y era increíble ver como se raspaban. Pero sin malas intenciones, con ganas de meter y poner huevo (se cobraron muy pocos fouls). Y eso se contagiaba en los dos equipos.

En el segundo se mejoró en defensa con el refuerzo de un Donnelly más ubicado que el Ussher del primer tiempo. En el medio hubo más espacios y se pudo jugar más, pero se respetaban poco las posiciones y ese desorden hacía que los avances no fueras parejos y, por ende, no prosperaran en una llegada con peligro. Arriba estaban un poco aislados y nunca pudieron conectarse. Entonces todo el juego pasaba por lo que se hiciera en el medio. Y ahí estaba todo muy difícil.

En una jugada en donde se tardó en despejar, Cachaca pudo sentenciar el resultado. La pelota le quedó al delantero Golletti que desde afuera remató fuerte, cruzado y abajo y puso el partido 2-1. ¿Justo? No se. No había hecho méritos ninguno de los dos equipos para llevarse el triunfo. Pero como se dice siempre (frase poco ingeniosa a mi entender): "el fútbol es así".

Se puso todo lo que quedaba hasta el final para intentar empatar el partido. Pero no pudo ser y nuevamente nos volvimos con las manos vacías.

Sigue habiendo mucho que corregir. Pero rescato y los felicito por la entrega que tuvieron ayer. Fue realmente muy divertido y apasionante el partido, gracias a ustedes.

Esto sigue. Mañana hay un compromiso para las 12.30 contra Drink Team. Sería bueno verlos en cancha estando a tan solo una semana del arranque. Ahí habrá que dejar todo para empezar con el pie derecho.