Pritty empezó el torneo con una goleada en contra. Un resultado que duele. Pero vamos a ver, dentro de lo injusto del fútbol, porque se dio este partido de la manera en que se dio, buscando lo errores para poder corregirlos cuanto antes:
En primer lugar, el horario no nos favoreció. Pritty sigue sin poder llegar a tiempo a los partidos. Siempre surgen problemas y tuvimos que caer en el papelón de empezar el primer partido del torneo siendo 10 jugadores en cancha, algo realmente lamentable. No solo hay que llegar a tiempo, sino que varios minutos antes para poder precalentar y tener una charla como equipo donde podamos acordar como encarar el partido. No hubo nada de esto.
Se hizo un aceptable primer tiempo. Pero una jugada desafortunada nos castigó dejándonos 0-1 de cara al entretiempo. El delantero rival, Roberts y Taussig que van a la misma pelota; Taussig que despeja llegando primero, la pelota que rebota en el delantero y se le mete a Roberts por arriba. Con el 0-0 estaba más que bien. Pero golpeó fuerte el primer gol, sin duda el más importante.
En el segundo tiempo nos costó encontrar el juego para adueñarnos de la pelota. Y mientras lo buscábamos, ellos aprovecharon para aumentar el score a dos. Ya algo más jugados en ataque, nos terminaron a bapulear con un gol de contra (golazo, vale decir).
Recién ahí pudimos empezar a dominar el partido. 60 minutos tardamos, aproximadamente. Y ya estábamos 0-3. Alcanzó para descontar. Pero no había ya mucho más que hacer. Como se jugó en esos minutos es como tenemos que jugar desde que empieza el partido.
Se habló más de lo que se jugó. Con el réferi, entre nosotros y con los rivales. El fútbol no pasa por lo que salga de la boca, sino de los pies y la cabeza. Hablar menos y jugar más. Desconcentra demasiado y no aporta en lo más mínimo.
Estuvimos erráticos arriba. Las posibilidades las tuvimos. Pero no estuvieron precisos nuestros delanteros y solo pudimos marcar un gol. Del otro lado, pasaba todo lo contrario.
Por último, se le soltó la cadena a dos de nuestros jugadores, que terminaron justamente expulsados. Algo realmente lamentable e innecesario. Pero queda para la autocrítica personal.
La autocrítica como equipo está hecha. Cada uno tendrá que reever su propia actuación y corregir cuanto antes los evidentes errores que hubo en esta primer jornada para el olvido. El fútbol da revancha. Y nosotros la tenemos el próximo Sábado. Despertar rápido es el objetivo.
En primer lugar, el horario no nos favoreció. Pritty sigue sin poder llegar a tiempo a los partidos. Siempre surgen problemas y tuvimos que caer en el papelón de empezar el primer partido del torneo siendo 10 jugadores en cancha, algo realmente lamentable. No solo hay que llegar a tiempo, sino que varios minutos antes para poder precalentar y tener una charla como equipo donde podamos acordar como encarar el partido. No hubo nada de esto.
Se hizo un aceptable primer tiempo. Pero una jugada desafortunada nos castigó dejándonos 0-1 de cara al entretiempo. El delantero rival, Roberts y Taussig que van a la misma pelota; Taussig que despeja llegando primero, la pelota que rebota en el delantero y se le mete a Roberts por arriba. Con el 0-0 estaba más que bien. Pero golpeó fuerte el primer gol, sin duda el más importante.
En el segundo tiempo nos costó encontrar el juego para adueñarnos de la pelota. Y mientras lo buscábamos, ellos aprovecharon para aumentar el score a dos. Ya algo más jugados en ataque, nos terminaron a bapulear con un gol de contra (golazo, vale decir).
Recién ahí pudimos empezar a dominar el partido. 60 minutos tardamos, aproximadamente. Y ya estábamos 0-3. Alcanzó para descontar. Pero no había ya mucho más que hacer. Como se jugó en esos minutos es como tenemos que jugar desde que empieza el partido.
Se habló más de lo que se jugó. Con el réferi, entre nosotros y con los rivales. El fútbol no pasa por lo que salga de la boca, sino de los pies y la cabeza. Hablar menos y jugar más. Desconcentra demasiado y no aporta en lo más mínimo.
Estuvimos erráticos arriba. Las posibilidades las tuvimos. Pero no estuvieron precisos nuestros delanteros y solo pudimos marcar un gol. Del otro lado, pasaba todo lo contrario.
Por último, se le soltó la cadena a dos de nuestros jugadores, que terminaron justamente expulsados. Algo realmente lamentable e innecesario. Pero queda para la autocrítica personal.
La autocrítica como equipo está hecha. Cada uno tendrá que reever su propia actuación y corregir cuanto antes los evidentes errores que hubo en esta primer jornada para el olvido. El fútbol da revancha. Y nosotros la tenemos el próximo Sábado. Despertar rápido es el objetivo.
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